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Madres y neurodivergencias: del amor y otros berrinches
A partir de los dos años y medio aproximadamente, mi niño comenzó a cambiar su conducta. Parecía más distraído y con menos ganas de interactuar socialmente. De tan risueño, pasó a un mundo en el que le costaba regalar su risa desenfadada. Un mundo de aparente introspección. Mis alarmas internas se encendieron. Llamé a dos especialistas recomendadas y coincidieron en que era muy pequeño para evaluar algún diagnóstico. Debía darle chance a que siguiera desarrollándose y, con mayor madurez, entonces chequearlo. Sin embargo, comenzaron las quejas en su escuela. Las maestras decían, con desdén y hasta con enfado, que algo con el niño no iba bien, que no se quería…
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Infancias en Cuba: Protección, leyes y violencias
Edith llegó al pediátrico de Centro Habana con la vida de su hija de diez años comprometida. Había ingerido veinte pastillas de un fármaco para adultos para poder dormir; confesó días después. Al llegar al hospital “la atendieron en la sala de urgencias y también un policía se acercó para hacerme algunas preguntas sobre qué le había ocurrido a la niña”, cuenta Edith. Al día siguiente, las remitieron para la sala de psiquiatría del hospital pediátrico Juan Manuel Márquez y allí fueron atendidas por psiquiatras y psicólogos. Este proceder es parte del protocolo de atención para casos de intento de suicidio o accidentes de menores de 18 años de edad;…