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Nuestros derechos y las leyes, en un solo cuerpo (I)
Dicen que había comprado una caja de cerveza ese día y que, después de matarla, se sentó a beberlas y a esperar a los policías. Él mismo los llamó. Sí, el niño estaba ahí. Mira, él me parece un buen tipo, respetuoso. Dicen que ella le estaba pegando los tarros. Y él se fundió. Este fue un vecino del barrio El Tejar (municipio Marianao, La Habana) que contaba, el pasado 17 de agosto, lo que había escuchado sobre la decapitación de Mailin Diéguez, tres días antes, a quien sobreviven un hijo y una hija menores de edad. Lo contaba, tristemente, con toda naturalidad. Otra familia atravesada por la violencia machista,…
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Voces de Matria. Piropo callejero: seducir es otra cosa (Resumen+Video)
Una mujer va por la calle a determinada hora del día y se cruza con un hombre que le hace un comentario sobre su cuerpo… Que a ella le lancen un piropo es una escena tan cotidiana e instalada en la realidad cubana que incluso en estos meses, bajo condiciones extraordinarias de confinamiento y aunque a una escala mucho menor, ha continuado ocurriendo. El piropo no ha dejado de ser un tema controversial sobre el que no se ha logrado un consenso que abarque la sociedad en su conjunto, especialmente lejos de círculos del activismo o la academia. No siempre se identifica como una forma de acoso callejero ni como…
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Voces de Matria: ¿Por qué cartografiar el acoso sexual callejero en Cuba? (Resumen+Video)
Hace menos de tres años el movimiento #MeToo destapó por todo el mundo una caja de Pandora que demostró la frecuencia y la intensidad del acoso sexual que sufren las mujeres. Los casos que alcanzaron mayor publicidad e impacto habían tenido lugar en ámbitos laborales, especialmente en la industria del cine y el espectáculo. Muchas personalidades reconocidas y de mucha visibilidad fueron señaladas, denunciadas y juzgadas. Sin embargo, existe a otra escala una forma de acoso mucho más constante, cotidiana y visible sobre la que también nos ha puesto a pensar este posicionamiento del movimiento feminista. Es una forma tan naturalizada, que no pocos incluso cuestionan que sea motivo de…
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“Amiga, date cuenta”
Sobre mi artículo “Réquiem para Ivonne, y por una Ley que no fue”, dos personas comentaron—aunque no sé si lo leyeron—lo siguiente: “las mujeres también tenemos que hacernos respetar”, y “la violencia contra las mujeres tiene que parar comenzando por nosotras, comenzando por no permitir que nadie nos maltrate”, y eso me lleva por dos caminos a través de los cuales interpretar y sentipensar el alcance de lo que me han escrito. El primero me lleva al “amiga, date cuenta”, esa campaña en redes que no pierde vigencia porque lo que pretende es alertar sobre los diferentes niveles de la violencia de género. Algo como “vete a la primera”, a…
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Réquiem para Ivonne, y por una Ley que no fue
Ivonne era novia de Luis[1]. Estudiaba enfermería cursando su último año y vivía en Alamar, un reparto del municipio La Habana del Este. Corría el año 2009, cuando la madre de Ivonne interpone una denuncia en la policía por la desaparición de su hija. Pocos días después la encuentran en los márgenes del río Cojímar. El peritaje médico-legista sobre el cuerpo describía una primera lesión contundente en la cabeza que le hizo perder el conocimiento, lesiones por aplastamiento de la cabeza, enterramiento de la misma y muerte por asfixia. La encontraron así, la cabeza enterrada y el cuerpo afuera. El presunto feminicida era su novio. Luis había huido a Camagüey,…
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Una Ley contra la violencia de género ¿en Cuba?
Tenía 9 años cuando Javier, un compañerito del aula, me dijo que me iba a violar. Llamé llena de lágrimas a la maestra y me contestó que me olvidara de eso que estaba jugando. Al día siguiente me repitió lo mismo, bajito en el oído y que sería por la noche y en mi casa. Ya no confiaba en la maestra, así que llegué a casa tiritando de miedo y se lo conté a mi madre, quien no dudó un segundo en ir a la escuela. Comenzando la secundaria, un domingo cualquiera, anduve en bici toda la mañana por mi pueblo y, de regreso, pasé por casa de mi mejor…