«Mi cuerpo es político, y también un libro»
Por Leyanes Yanes
Esta entrevista llega retrasada, con el cabello suelto y despeinada. Ha ido dejando folios por el camino, como el alumno que entra último a clase. Es una entrevista inspirada por unos versos negros y que ha encontrado en una mujer un universo de saberes necesariamente conectados. Una mujer liberada por el pensamiento crítico y la poesía.
Alina Herrera Fuentes es abogada y militante feminista antirracista. Investigadora con varias diplomaturas sobre feminismos en América Latina, género, políticas públicas y pensamiento crítico decolonial. Ha publicado sus primeros versos negros dentro de la compilación Poéticas corporales, entre la carne y el mundo. Una publicación de la Editorial Independiente Red de Escritoras de Caldas sobre la que puede conocer aquí.
A través de la expresión poética Alina sintetiza teorizaciones y reflexiones más académicas, o “más militantes”, tal como asegura. Las temáticas fundamentales que atraviesan sus investigaciones están resumidas en estos, sus primeros versos negros. Feminismo, colonialismo, racismo, machismo, hegemonía patriarcal.
“Recuerdo que cuando escribí esos poemas yo estaba leyendo mucho sobre feminismo negro. También formaba parte de la revista Afrofeminas y al mismo tiempo andaba indagando las conexiones entre el feminismo, la literatura y la poesía que para mí es una manera de expresarme”.
“A partir de toda esa exploración fueron saliendo estos poemas, que yo les llamo poemas negros. Son mis poemas negros con los cuales me identifico desde la crudeza misma de lo que es habitar un cuerpo negro periférico en algún sentido. Pero un cuerpo negro de mujer que se resignifica, que no solo resiste, sino que también transforma. Un cuerpo negro que no tiene porque ser ese estereotipo de rudeza, de crudeza, de guerrera. Es un cuerpo que habito también desde lo dulce, lo manso, desde el amor. Desde la sororidad hacia las demás, sean negras, racializadas, blancas, o no blancas. Quiero contar historias que me habitan, que heredé y que pueden ser espejos para otras también”.
El debate feminista que vivimos en la actualidad está inevitablemente atravesado por el contexto, el sitio, las experiencias, la legislación en cada lugar del mundo. Por momentos pareciera difícil, o confuso llamarse feminista. Para Alina Herrera Fuentes ser feminista es una liberación y también puede ser agotador.
“Tengo días en los que decido quedarme callada. Me digo: ‘no voy a a pelear hoy’. Pero cuando merece la pena me gusta conversar y dialogar. Pero sí, puede ser agotador porque el feminismo tiene un sentido contra hegemónico. Para mí lo fundamental es que ser feminista es una gran responsabilidad, pero es totalmente liberadora”.
Alina analiza las contradicciones a las que nos somete el feminismo constantemente. Las preguntas que nos provoca y la readaptación a nuevos conceptos y puntos de vista. La liberación en definitiva de “esas tensiones aparentes”.
“No hay un manual de la feminista. Creo que lo que más nos debe construir a las feministas, es la justicia social, la equidad desde una perspectiva de género radical e interseccional. Eso es lo que más nos debe conmover y mover. Por lo demás no hay una manera o no de ser feminista”.
La resignificación del cuerpo de la mujer como espacio de disputa es una de las conceptualizaciones que motivan a Alina Herrera Fuentes en su militancia feminista, en sus investigaciones y también en su poesía. “Desde las primeras veces que me asomé a las lecturas de feminismo encontraba que el cuerpo de las mujeres es territorio que se quiere conquistar y es territorio que nosotros queremos liberar”. Hablamos de aborto, de acoso, de violencia, de sexualidad.
“Nuestros cuerpos se disputan muchas tensiones, hegemonías contra hegemonías. ¿Cómo debe vestirse una mujer, cómo yo quiero vestirme, cómo debe lucir una buena mujer, cómo yo quiero lucir. Qué hacen con mi cuerpo, qué es lo yo permito que hagan, qué digo cuando digo que no, qué pasa cuándo digo que no, qué pasa cuando consiento?”
“El cuerpo de las mujeres es un territorio en disputa. Las feministas comunitarias nos dieron la definición de cuerpo-territorio. O sea el cuerpo también es un territorioo de lucha y de soberanía. A partir de ahí el cuerpo asume una connotación política, en la vida social, la vida familiar; y en la propia individualidad de cada uno. Aquí cobra sentido aquello de que lo personal es político porque no sólo me pasa a mí, no solo tiene una relevancia personal, es política”.
Las mujeres y sus cuerpos libran batallas constantemente, algunas con más intensidad que otras porque no todas las mujeres somos iguales, no todas vivimos las mismas tensiones, comenta Alina Herrera Fuentes. “Por eso el cuerpo también es un libro, y era ahí donde yo quería hacer énfasis. Mi cuerpo es un libro porque cuenta sobre mis ancestras y ancestros. Sobre la historia familiar, mi propia historia de vida y sobre una historia social. ¿Qué tiene para decir mi cuerpo? Mi cuerpo tiene mucho para contar. Es por eso que el poema habla de cicatrices, amor y resistencia”.
Las mujeres libran estas batallas diariamente solo por el hecho de ser mujeres, y en todas partes. Pero Alina se detiene en aquellas que conforman los márgenes sociales, desde donde cambia la perspectiva y hasta el debate. “Por ejemplo las mujeres racializadas y las mujeres migrantes, ahí me ubico yo. También disputamos otras hegemonías desde esta lectura de los cuerpos”.
“Yo creo que eso es lindo que se diga, que se reconozca que en el Sur global se están disputando las peores contradicciones en los peores contextos. No quiere decir que las luchas que se puedan estar dando en Europa no tengan importancia, solo que es una vivencia limitada a las condiciones de desarrollo del Norte global, cuyo desarrollo se debe a nuestras opresiones…Unas están privilegiadas por sus contextos y condiciones y las del Sur global tenemos el privilegio epistémico de poder contar nuestra realidad desde aquí”.
Dos años después de compartir versos con un grupo de amigas, muchos momentos y hasta una pandemia. Alina Herrera Fuentes prepara junto a ellas y otras escritoras una nueva publicación a la que se refiere con diminutivos y timidez.
“Fuimos tres amigas principalmente las que dijimos: ‘tenemos que hacer algo con nuestros versos. No importa si no sabemos escribir bien poesía, no importa si no nos identificamos, o si no nos identifican como poetas. Queremos expresarnos, ¿a quienes conocemos que también escriben poesía? y así armamos el grupo las tres”.
“Escribíamos por entonces en un bloc de notas los objetivos del equipo. Al final decíamos: “y a largo plazo publicaremos un libro’. Y aquí estamos. Después de la pandemia haciendo este cuadernito con los poemas de todas nosotras. Y a ver qué pasa! Mientras tanto seguimos soñando”.
Esta entrevista regresa a su sitio de reposo, con la coleta bien hecha y sosegada. Ha salvado el retraso en el tiempo quizás por la paz y la luz de estos versos negros que relatan vidas únicas y colectivas. Son los versos de un cuerpo que es político y también un libro.
«MI CUERPO ES POLÍTICO, Y TAMBIÉN UN LIBRO»
Imagen de Portada y cierre cortesía del Fotógrafo Luis Brando Alonzo Fernández. @wedoit2019
Otras imágenes cortesía de la entrevistada
Publicado en: L&B Actual