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CUBA 11J: Protestas, respuestas, desafíos

Prólogo:

El principal objetivo de este libro es hacer un análisis crítico, desde diferentes puntos de vista, sobre las Protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Cuba. Si bien no hay unanimidad en los criterios de los distintos autores del libro, si hay consenso acerca del hecho de que las Protestas tuvieron como causas: el bloqueo de EE.UU. recrudecido por Trump con 243 medidas; una crisis económica acentuada por la pandemia y los errores de la estrategia del gobierno en diversos ámbitos y no solo en lo económico.
Entre los autores-autoras del libro están presentes distintas generaciones, géneros, orígenes étnico-raciales y ubicación geográfica, aunque predomina la presencia de cubanos que viven y trabajan en Cuba. También entre los autores-autoras hay intelectuales latinoamericanos de izquierda y cubanos que trabajan en el extranjero, pero con residencia permanente en Cuba algunos de ellos y a la que siguen vinculados con compromisos y proyectos de diversa índole.

Casi todos los autores-autoras del libro han desarrollado y recomendado, en la última década e incluso desde los 90s, propuestas alternativas a las políticas oficiales en distintos textos, publicados en forma de libros o artículos, e incluso han elevado al gobierno propuestas sólidas de cambios en todos los ámbitos, en especial en el de la economía.

Julio Carranza -“Desde el oleaje cubano”– en un análisis sociológico y económico omnicomprensivo hecho desde una visión política, señala: “Una de las claves principales de la situación actual está en la economía. El sistema económico actual es obsoleto, limita las capacidades productivas de la sociedad y debe ser reformado integralmente.
Ya ésta es una verdad tan admitida (al menos formalmente) como antes fue rechazada, pero el avance y la integralidad de la reforma aún es insuficiente, no hay dudas de que hay fuerzas internas e intereses conservadores que se le oponen.”
Al final de los artículos de los diversos autores se incluye un post-scriptum (15 noviembre 2021) de este autor, que trata de actualizar lo ocurrido entre el 11J y el 19 de noviembre.

Francisco López Segrera analiza la situación del país previo a las protestas – Del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con EE.UU. a las Protestas del 11 de Julio (11J) de 2021 (2015-2021)- , las causas de las mismas, en que se diferencian de protestas similares en 1980 y 1994 y se refiere a la reacción del gobierno tras ellas, adoptando medidas urgentes y cambios aprobados pero postergados.

Manuel Monereo –Cuba: entre verdades incómodas y amenazas existenciales– afirma: “Lo que más sorprende sigue siendo que la Revolución cubana exista 30 años después de la desaparición de la URSS, de decenios de bloqueo económico y de un ´Periodo Especial´ que se ha hecho permanente”, pero ha sobrevivido por sus raíces históricas y por lo que ha significado el liderazgo y legado de Fidel Castro. Sin embargo, lo nuevo
está “en que para una parte de la juventud cubana el ´relato´ de la Revolución ha perdido vigor, fuerza; se ha convertido en un pasado que poco o nada tiene que ver con sus vidas y, sobre todo, con su futuro”

Jesús Arboleya –La Tormenta Perfecta– sostiene, refiriéndose a las protestas, que “sería simplista afirmar que este tipo de conflictos solo responden a una construcción malévola del imperialismo”, pues “son también consecuencia de errores e insuficiencias de la construcción del socialismo en Cuba”.

Carlos Alzugaray –El 11 de Julio en Cuba: una reflexión tentativa– afirma que el 11J dejó “una imagen de ingobernabilidad y violencia que objetivamente perjudica al gobierno cubano y que será difícil de borrar aún en un escenario favorable que no aparece en el horizonte.”

El análisis de Rafael Hernández –Conflicto, consenso, crisis: tres notas mínimas sobre las protestas– considera que la anomia y la fatiga, “después de año y medio de COVID-19 y de seis meses de colas para comprar productos básicos” dan lugar a una vulnerabilidad extrema, en un ámbito en “que el consenso se ha hecho más heterogéneo y contradictorio en Cuba”, pues “ha incorporado el disentimiento”.

Para Juan Valdés Paz -Estado y Sociedad: los desafíos al socialismo cubano– “es necesario iniciar un período de reformas orientadas a instaurar un nuevo modelo económico socialista; un Estado de Derecho; y una nueva etapa de su desarrollo democrático”.

Lo jurídico, el Estado de Derecho, es una preocupación central en el ensayo de Julio César Guanche –Cuba hoy: Patria, Pueblo y Soberanía– que nos ofrece claves y propuestas para superar la actual crisis, Ailynn Torres Santana y Julio César Guanche, respondiendo a las preguntas que
les hace en una entrevista Martin Mosquera, explican por qué “Está en juego la vida buena y justa en Cuba”. Según Guanche, “pretender que la narrativa del golpe blando explique cada expresión de malestar social o su capitalización por el enemigo, equivale a obturar cualquier espacio a la autenticidad de las demandas nacionales. En Cuba hay también agendas cubanas, problemáticas cubanas.”

Oscar Oramas –Las Protestas del 11J– identifica el contexto en que se produjeron las protestas, y apela a la solidaridad con Cuba.

Jorge Gómez –La crítica como el purgante sabe mal pero cura– afirma que la autocrítica debería comenzar por mover el pensamiento político y económico que en Cuba se congeló.

Alina Herrera y Mylai BurgosCuba y las protestas sociales del 11J– en un detallado análisis de las Protestas señalan: “La afirmación de que una parte de las protestas son legítimas, está fundada en dos premisas: una, el reclamo derivado de las condiciones de vida actuales; la otra, se funda en el aumento constante de la desigualdad y la falta de un diálogo político y cultural profundo con determinados grupos sociales.”

Atilio Borón –Cuba, el bloqueo y la crisis– afirma que si bien “algunas protestas actuales son comprensibles; otras, probablemente la mayoría, son producto de los dineros y la enorme campaña de desestabilización urdida por la Casa Blanca.”

Claudio Katz –Cuba inclina la balanza de América Latina– argumenta, “que si el dique geopolítico que sostiene la isla es demolido, no sólo Cuba compartiría las desgracias ya padecidas por todo el Caribe. El efecto de esa demolición sobre el resto de América Latina sería igualmente brutal. Una derecha envalentonada multiplicaría de inmediato el golpismo, la militarización y el despojo en toda la región”.

Carlos Eduardo Martins –Cuba: los caminos de un socialismo insumiso– destaca, que las protestas en varias ciudades de la Isla, fomentadas por EE.UU., tienen también raíces internas, debido al incremento de las desigualdades, a la pandemia y a la lentitud del gobierno en implementar cambios aprobados desde 2011.

Louis A. Pérez Jr. –Las múltiples caras del cambio de régimen en Cuba– se refiere a como la política de sanciones económicas de EE.UU. hacia Cuba “desmiente las afirmaciones estadounidenses acerca de una preocupación benéfica para el pueblo cubano.”
“Apoyar al pueblo cubano ha significado intervención armada, ocupación militar, cambio de régimen e intromisión política, todos hechos normales en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en los sesenta años antes del triunfo de la revolución cubana. En los sesenta años posteriores a la revolución, apoyar al pueblo cubano ha significado aislamiento diplomático, invasión armada, operaciones encubiertas y sanciones económicas.”

En los Anexos del libro se incluyen: el discurso del Presidente Miguel Díaz Canel, con Raúl Castro a su lado, en el acto de reafirmación revolucionaria del 18 de julio. Opiniones críticas de intelectuales de varias generaciones como Aurelio Alonso. Opiniones de jóvenes universitarios sobre el 11J, algunos de los cuales participaron en las protestas.

Una entrevista al artista Silvio Rodríguez en que evalúa en forma crítica las protestas. También se incluye en los Anexos una breve cronología de la revolución cubana y los currículos resumidos de los autores del libro. En el post-scriptum escrito por Julio Carranza el 19 de noviembre de 2021, se trata de actualizar lo ocurrido entre el 11J y el 19 de noviembre.

Han corrido ríos de tinta analizando las Protestas del 11J. Las redes sociales, las cadenas televisivas y la prensa escrita y digital, han dado distintas interpretaciones de ellas. Los criterios plurales y críticos que ofrecemos en este libro, aspiran a contribuir al debate inconcluso que han suscitado las Protestas, ofrecer sugerencias de medidas, y proponer reformas integrales que deberían dar lugar, de adoptarse, a mayor estabilidad, a una más amplia inclusión social y a mejorar las condiciones de vida del pueblo
cubano.

Queremos expresar nuestro profundo agredecimiento a Pablo Gentili, quien viabilizó la edición y publicación de este libro.

Julio Carranza Valdés
Manuel Monereo Pérez
Francisco López Segrera

Madre, mujer negra, migrante nacida en Cuba. Abogada, investigadora, militante feminista y antirracista. Ahora escribidora

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