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Estos días…
Son días en que solo lo quiero a él y a mis deseos, vengarnos de la lluvia incesante con su carne y la mía. Moverme allí donde solo se columpian las ganas, quedarme sin aire sin latidos, nomás el pulso precipitado de la vida que llora y se desangra. Son días de savia y aliento viciado, el infinito sí existe y es con él, sentir el golpe de sus olas en mi vientre, el vaivén que acompaña mi montura y morirme vertical sobre su humanidad toda. Eres inconforme me dice, y yo solo le asiento con la cabeza mientras le muerdo la mirada. El corazón desciende, exhalo las memorias, sé…